Estaba en mi casa, por fin se había acabado el curro, era viernes por la tarde y me quería duchar y ponerme a ver mis series favoritas.
Voy al foro y empiezo a buscar las que se estrenan en cartelera. Busco las que tengan mejor calidad o las que parezcan que las tienen. Y las pongo en la lista de descargas, en unas horas las tendré descargadas y luego a verlas en la tele bien a gusto.
Todo está bien, me ducho y cuando estoy en la ducha oigo el timbre de la puerta.
- coño quien podrá ser- maldigo.
Me seco como puedo y me pongo algo de ropa. Totalmente mojado con un chándal encima y poco mas, sin ropa interior me acerco a la puerta, la abro.
Veo a mi sobrina Mirilla, con su ropa del colegio y los ojos totalmente rojos.
Me pregunta entre tartamudeos y hipos de llorar, que sin puedo pasar. Le digo que si y cierro la puerta tras ella.
Se echa en el sofá y empieza a llorar.
Mi apartamento es un estudio, de unos 50 metros aproximadamente, tiene un salón-estar donde tengo la cama, la tele, un sofá y el ordenador en un mesa que está bajo la cama litera.
Un cuarto de baño diminuto, con la ducha y el inodoro. En otro cuarto la cocina y una especie de despensa y poco más.
Donde está la despensa tengo la nevera. En el pasillo que conecta estos dos cuartos, mas que pasillo es otro cuarto esta la lavadora.
Pues ahí estaba yo, poniéndome una camisa y maldiciendo mi suerte ya que el fin de semana que me prometía se estaba liando.
- ¿qué ocurre Mirilla?- le pregunto a mi sobrina.
- me he peleado con mama- me indica ella entre sollozos.
- ¿que ha ocurrido esta vez? - indago.
- pues que no me dejaba ir a una fiesta con mis amigas, porque dice que he tenido malas notas. - me comenta indignada.
Ya estamos otra vez, mi sobrina de 15 se mosquea con sus padres por que no le dejan hacer lo que ella quiere y yo pagare las consecuencias.
- Has llamado a tu madre y le has dicho donde estas?-le pregunto.
- ¡No!- me dice indignada- ¡que se fastidie!.
Me dirijo a mi móvil y le envió un mensaje a mi hermana.
Le indico que Mirilla esta aquí y que veré si la convenzo para que vuelva pronto a casa.
Mi hermana me dice que esta muy enfada con ella, que si se puede quedar esta noche, que será lo mejor para calmar los ánimos.
¡Coño lo que me imaginaba!, pienso, menudo marrón me ha tocado. Yo con mis planes de ver mis pelis, ver la tela hasta la madrugada y ahora debo hacer de niñera.
Me voy a la cocina a preparar algo de cenar, le pregunto a mi sobrina si quiere algo de cenar y me dice que no. Me hago un vaso de leche y me dirijo al sofá, mi sobrina está viendo en la tele un el gran hermano ese. Ella estaba en el sofá con una manta por encima. Se había quitado los zapatos y estaba arrebujada con la manta viendo la tele. Yo me pongo a su lado nos tapamos los dos, ya que hacia algo de frió y me quedo frito a los pocos minutos.
Al cabo de un tiempo noto cierto gusto en mi entrepierna. Adormilado, me doy cuenta que una manita me está sobando la polla por encima del pantalón del chándal.
Sin abrir los ojos, disfruto de la sensación, es sumamente placentera y estoy en ese momento del sueño en el que es muy agradable y parece un sueño. No abro los ojos y disfruto de la manita que me frota la polla por encima del chándal.
Entiendo que es mi sobrina y se está aprovechando, que con las prisas no me puse calzoncillos, con lo que mi morcillón miembro lo está notando en todo su esplendor.
A estas alturas de la historias debo decir que tengo un miembro de unos 22 cm, bastante fuera de lo normal y de un grueso bastante ancho. Muchas mujeres se han asustado al vérmela, ya que nunca habían visto algo así.
En este caso mi sobrina, creyendo que estaba dormido, no sé si noto mi polla por que al no tener ropa interior y tener un empalme la noto o es que la iba buscando. Pero yo os puedo decir que el placer de saber que mi sobrina me la estaba manoseando me estaba poniendo borrico total
Mirilla, estaba pasando su manita por mi polla, la movía lentamente de adelante a atrás, muy despacio como si creyera que en cualquier momento me iba a despertar. Los dos tapados por las mantas.
Se oía la televisión de fotos, yo apoyado en un lado del sofá y ella en mi.
Entre abrí los ojos un poco y mirando por el rabillo del ojo, la vi mirando a la televisión como si no pasara nada. Supongo que al rato se canso decidió meter la mano debajo del chándal. Su mano caliente no podía abarcar el grueso de mi miembro. Veía como me apretaba la polla desde la base y meneaba la mano desplazando la piel de mi polla. Estuvo de esa forma un buen rato. Al cabo de un rato, yo no podía aguantar mas, por lo que hice que me despertaba, ella saco la mano rápidamente y disimulo sin quitar la vista de la televisión.
- que sueño más agradable- dije
-¿si?- pregunto ella.
Me levante con un empalme de mil demonios y eso era una buena tienda de campaña, ella que se la quedo mirando y sonrió, yo le dije, upps, perdona. y me dirigí al baño.
Me pretendía hacer una pedazo de paja, que blanquearía la pared del baño, que jodía mi sobrina, me había puesto supe cachondo.
Estaba en el baño, cuando hoy a mi sobrina tocar en la puerta.
- tío- me dijo
- si- le conteste-
¿puedo entrar y mirar? -me quede a cuadros- ¿pero qué dices niña?
- Veras es que a mi edad tengo ciertas dudas y contigo tengo confianza.- me dijo con voz de niña buena y que no a roto un plato.
-pero que no puedes verme desnudo. - le comente.
- a estas alturas he visto fotos y vídeos porno, pero no he tocado a ningún hombre y pensé que si me dejabas poder observarte, además la tienes muy grande y me muero de curiosidad por verla.
Le dije que no varias veces, pero la niña sabia insistir, al final no me pude hacer la paja y aquello no se bajaba y menos con la conversación que estaba teniendo con mi sobrina, por lo que no tuve más remedio que salir del baño, era algo ridículo, parecía que me estaba escondiendo de ella.
Salí y le dije que quería saber y me dijo que todo, que si la podía tocar, lamer, chupar, ... me quede flipado.
Mi sobrina es una niña ya adolescente, de 15 años y está muy desarrollada. Tiene el pelo negro y largo, le llega casi hasta el trasero, tiene una cara muy bonita, un cuerpo delgado y unos pechos grandes para su cuerpo. Sus caderas insinúan un buen agarradero para poder follarla, sobresalen como el contorno de un jarrón. Mide 1,60 y no creo que crezca más, lo que le da un aspecto entre aniñada y adulta que tiene mucho morbo.
Con el empalme que llevaba y semejante conversación, solo pensaba con la punta de la polla.
Mi sobria ante mis dudas, supongo que entendió que era un si puedes y me bajo el pantalón allí mismo, mi polla salto como si tuviera un resorte y se quedo apuntando para arriba.
- ooooh- dijo y se puso a tocarla, olerla lamerla.
Vamos al sofá, le dije.
Fuimos al sofá, me quite el chándal y me quede en bolas delante de ella. Esta se puso de rodillas se sentó sobre sus piernas y empezó a manipular mi polla. La sobaba de delante a atrás. Con la otra mano me agarraba las bolas, las sopesaba, la olía, pasaba la lengua por distintos lugares, estuvo de esta forma un rato, hasta que le dije, que me la mamara a lo que dijo que vale.
Le explique un poco lo que debía hacer, que me la meneara, con la mano, mientras e metía la punta, no le cambia nada mas en la boquita.
Al cabo de unos minutos, me estaba corriendo en su boca.
Le dije que se lo tragara todo. Y así lo hizo, algo se le escapo por la comisura de los labios ya que no se la podía comer toda.
Siguió lamiendo y sorbiendo lo que salía de mi polla, sin descanso, hasta el punto de no bajarme el empalme. Le dije que apretara de la base hacia arriba, para que saliera todo el esperma. Volvió a ponerme con la polla hacia arriba a los pocos minutos, su ansia era gratificante.
Cogí el teléfono y con la polla metida en la boca de mi sobrina, que no paraba de sobarme las bolas, llame a su madre y le dije, que al final Mirilla había decidido quedarse esta noche.
Mi hermana me dio las gracias por estropearle el viernes. A lo que le dije que no importaba.
Colgué y mire a mi sobrina. Seguía con la polla en la boca intentando que me corriera de nuevo, a lo que le dije, que esta vez le iba a costar más, que si le habían comido coño y me dijo que sin, que con unas amigas jugando se lo habían comido y que le gustaba, a lo que le dije, que le iba a gustar mucho.
Se sentó ella en el sofá y abriéndole las piernas, le empiezo a pasar la lengua por su coño, primero por los labios y poco a poco los voy abriendo con mi lengua. Al cabo de unos minutos, cuando ya está muy húmeda, con los demos abro los labios y me adentro a jugar con su clítoris. Se vuelve loca y empieza a gemir, me agarra la cabeza y me dice que no pare. A los pocos minutos de sorber y lamer su clítoris, se está corriendo y gritando de placer. Le sigo lamiendo un rato más, hasta que se queda echada y adormecida.
Yo con la polla más dura que nunca, voy a buscar una algo de aceite de oliva en la cocina, y pongo en una taza.
Digo que esta es mi oportunidad, al comerle el coño, veo que muchas pollas no han entrado por ahí, por lo que decido explorar el culo.
Como esta medio dormida no me cuesta nada, girarla y ponerla boca a abajo, se deja hacer. Dejo caer sus piernas al suelo, dejando el culo a la altura de mi cara en el borde del sofá. Con la taza de aceite en el suelo y abierta de piernas, me mojo un dedo y empiezo a juguetear con su ojal. Ella ni se da cuenta, mientras tanto le masaje algo el clítoris, y le voy metiendo un dedo en el coño también.
Poco a poco, mi dedo entra en su culo gracias al aceite y a la paja que le estoy haciendo. Empieza a gemir de nuevo y a estremecerse su cuerpo. Cuando ya tengo el dedo dentro, lo saco y mojo dos, para intentar meterlos, poco a poco consigo meter dos. El anillo de su esfínter me aprieta los dedos pero yo voy jugando con ellos, en círculos intentado relajarse, poco a poco noto que los dedos se mueven más suaves, ella tiene varios orgasmos mas, dejo de hacerle una paja con la otra mano y me empecino en su culo.
Intento meterlo un tercer dedo, este me cuesta mucho y se queja, por lo que debo parar, pero como no quiero perder lo ganado, y estoy empalmado, decido hacer otra cosa.
Busco un condón, me lo pongo. Levanto en peso a mi sobrina, y estando yo de pie, la voy dejando caer sobre mi polla, ella abre los ojos de repente, se agarra a mi cuello con sus manos y a mi cintura con sus piernas, con los dedos índice y corazón de ambas manos le voy abriendo el agujero del culo, lo voy penetrando con los 4 dedos poco a poco.
Ella intenta hacer fuerza, para que mi polla no le entre rápidamente y la destroce, por que con sus piernas y manos, va bajando poco a poco.
Cuando le llega al fondo la punta de mi polla, da un grito y se pega a mi cuerpo. Su cuerpo es estremece, noto que tiene temblores y que le cuesta mantenerse sin que le entre mas polla. No la quiero destrozar y se la saco. En la misma posición, cambio de agujero.
Cuando nota la punta de mi polla en la entrada de su culo, me grita.
- me vas a reventar- me dice con los ojos como platos.
- esa es la idea cariño- le comento.
Poco a poco la punta entra en su culo. Noto como el anillo de su esfínter me aprieta la polla, está muy estrecha todavía. Pero ya tengo la punta dentro.
- tío me hace daño- me dice llorando.
- Aguanta un poco.-
Poco a poco, se va acostumbrando a mi polla y empieza a gemir. Ella misma empieza a meterse y sacar mi rabo de su culo, al cabo de unos 10 minutos, me corro dentro de ella.
Cuando la dejo en el sofá, sobre la manta, de su culo abierto, no deja de salir mi leche.
Ella desfallecida y con la cara sonriente se enrolla en la manta y se queda dormida.
Yo me dirijo a la ducha y me doy una.
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